jueves, 3 de febrero de 2011

DIVAC Y PETROVIC


LA AMISTAD QUE UNIO EL BALONCESTO SEPARADA POR UNA GUERRA ENTRE DOS PAISES HERMANOS


Puede que el nombre  Dražen Petrović o Vlade Divac no le sea muy familiar, especialmente a las nuevas generaciones de basquetbolistas en Colombia, pero en otros lugares como Europa o Estados Unidos son muy recordados, especialmente en Europa donde marcaron una era la cual los definió como héroes nacionales de sus respectivos países Croacia y Serbia, más conocidos como la Republica Federal Socialista de Yugoslavia antes de la guerra que marcara la vida de estas dos súper estrellas del baloncesto mundial.
Esta historia data del verano de 1988, cuando Dušan "Duda" Ivković entrenador de la selección nacional de baloncesto de Yugoslavia llamara a una preselección nacional a los mejores jugadores de todos los rincones de ese país. Entre ellos rápidamente sobresalieron varios jugadores que para aquel entonces no eran más que adolecentes de orígenes muy humildes con muchos deseos de salir adelante y jugar baloncesto. Nombres como Toni Kukoč, Dino Radja, Dražen Petrović de Croacia y Vlade Divac de Serbia conformaban los mejores de aquel grupo. Una de las filosofías principales por parte del entrenador era la de no permitirle a sus jugadores ningún tipo de nacionalismos, todos eran un solo equipo representando una sola bandera y de esa manera poder ser ejemplo de unidad.

Al inicio de la concentración aquel verano del 88, decidieron colocar a dos jugadores por cuarto con diferentes personalidades, fue en ese momento que al convertirse en compañeros de cuarto Divac con su personalidad extrovertida y llena de buen humor se hizo muy buen amigo de Petrovic que a diferencia de Divac era un muchacho muy callado e introvertido. El objetivo era prepararse para participar en los Olímpicos de South Korea de 1988. Con solo 3 meses de entrenamiento lograron llegar a la final contra la Union Sovietica (URSS) que venía de vencer a Estados Unidos en las semifinales. Lastimosamente perdieron ese partido por un marcador de 76 a 63, pero para el equipo de Yugoslavia la sorpresiva medalla de plata representó el comienzo de una era que marcaria uno de los mejores equipos de baloncesto de todos los tiempos. Aquel equipo era una sola familia, a nadie le importaba quien anotaba más puntos, no les importaba las individualidades, solamente ganar y tal vez por esa razón el baloncesto que jugaban era tan emociónate de ver. Un mes después de los olímpicos los Boston Celtics jugaron un partido de exhibición en Yugoslavia. Por primera vez en la historia aquellos muchachos tenían la oportunidad de jugar contra sus ídolos de la NBA como Larry Bird, Danny Ainge y Kevin Mchale . El partido estuvo muy emocionante y fue ganado por Boston por un corto marcador de diferencia pero el mejor jugador de la cancha sin lugar a duda fue Petrovic con un imparable lanzamiento de tres puntos que ni la experimentada defensa de los Celtics pudo contrarrestar. Los juadores de los Celtics quedaron totalmente impresionados con aquel equipo y sus habilidades deportivas. Ya para el año siguiente en la Euro Copa de 1989 estaban imparables y fácilmente se coronaron como los campeones.

Inmediatamente después de ganar la Euro Copa, al siguiente dia Vlade Divac viaja a Estados Unidos a participar en el draft de la NBA que ese ano se celebro en el Madison Square Garden de New York. Aquello era como un sueno para Divac, poder participar del draft significaba mucho para él y para todos los jugadores Europeos que luchaban por una oportunidad de poder jugar en la mejor liga del mundo. Las anegdotas de Divac en Nueva York fueron muchas, entre ellas la de no estar preparado con un traje de corbata para la ceremonia, en realidad en no tenía ese tipo de ropa, por esa razón rápidamente le consiguieron un traje que le quedo pequeño debido a la dificultad de conseguir en el último minuto un traje para un jugador Europeo de 2.16 metros de altura. Sin hablar absolutamente nada de ingles, y con una traductora acompañándolo cada segundo el sueño de jugar en la NBA se hacía posible para Divac. Jerry West General Manager de los lakers en ese momento recuerda que fue un gran riesgo seleccionar a Divac, debido a que para ese momento no existían tantos jugadores Europeos en la NBA como hoy en día, por esa razón no se tenía un punto de referencia de cómo responderían adaptándose al sistema de juego Americano. No obstante West decide tomar el riesgo y con el pick número 26 del draft del 89, Los Angeles Lakers seleccionaron a Divac como su nuevo novato para la temporada.

Su gran amigo Petrovic quien por sus magnificas habilidades como basquetbolista había sido seleccionado por los Trail Blazers de Portland desde 1986 pero que por razones personales no había querido jugar en la NBA finalmente al ver que su amigo había tomado la decisión de jugar en la NBA decide también hacerlo y viaja a Portland. Divac en Los Angeles tenía un estilo de vida muy diferente al de Petrovic en Portland, las cosas eran muy diferentes en esas dos ciudades dentro y fuera de la cancha. Por un lado Divac estaba en medio de celebredidades como Magic Johnson, actores de Hollywood, lujos etc. Mientras tanto Petrovic en Portland, una ciudad fría, sin mucho para hacer y sin mucho tiempo de juego debido a las estrellas que jugaban su posición le estaba siendo muy difícil acostumbrarse a estar en la banca todo el tiempo, después de todo Petrovic era en esos momentos facilmente el mejor jugador Europeo y merecía más en el equipo, pero desafortunadamente Rick Adelman, entrenador de los Blazers no le daba más tiempo de juego. Divac, único amigo de Petrovic, con quien hablaban cada día de por medio recuerda que cuando jugaban en Europa fácilmente Petrovic convertía 30, 40 puntos por partido, inclusive en un partido llego a apuntar más de 100 puntos, pero en aquellos días la situación era muy diferente en Portland. En sus frecuentes conversaciones Divac recuerda una vez que Petrovic emocionado le contaba que había apuntado dos puntos, Divac en el otro lado del teléfono le parecía muy triste esa situación. Al final de esa temporada, regresaron a casa a prepararse con la selección nacional de Yugoslavia para asistir al mundial del 90 en Argentina. La situación política se ponía cada vez más difícil en Yugoslavia, la tensión diplomática era cada vez más fuerte, aquellas naciones se encontraban al borde de la querrá en pro de sus respectivas independencias. La violencia ya empezaba a tocar el deporte, en un partido de futbol entre dos naciones pertenecientes a Yugoslavia, ese verano de 1990 se presentaron varios muertos por una disputa entre los aficionados que asistieron a ese partido. Realmente era una situación extremadamente tensa de ambos lados. 
 Yugoslavia llega a la final del mundial en Argentina contra la URSS nuevamente reviviendo así la final de los olímpicos de 1988 en South Korea, con la diferencia que en esta ocasión con mucha más experiencia fácilmente se coronaba Yugoslavia campeón. 

 Durante la celebración después del último pitazo al finalizar el partido en medio de la alegría y celebración sucede un acto que cambiaría la vida de Divac y Petrovic para siempre. Un aficionado Croata entra a la cancha con la bandera de Croacia a intentar ser parte de la celebración, pero Divac al ver esto le quita la bandera y no le permite ser parte del festejo junto a los jugadores. Al llegar a Yugoslavia aquel inocente acto por parte de Divac se había salido totalmente de sus proporciones, el escándalo había corrido por todos los medios de comunicación. Divac de la noche a la mañana se había convertido en un ser odiado en Croacia, pero más amado que antes en Serbia, debido a la tención de la guerra. Al regresar a Estados Unidos aquella amistad que había unido a Divac y Petrovic por tantos anos había terminado debido a el episodio de l a bandera en Argentina. Fueron muchos los jugadores, entrenadores, periodistas y de mas personas que intentaron interceder entre ellos dos para que pudieran volver a ser amigos, pero Petrovic nunca le perdono aquel acto a Divac quien admite haberlo hecho sin ningula mala intenciuon. Divac dedico el resto de su vida a intentar restablecer lazos de amistad con su gran amigo. Afortunadamente para Petrovic fue comprado por los Nets de New Jersey 
donde jugó sus últimas temporadas en la NBA y donde pudo mostrar todo su potencial antes de morir trágicamente en un accidente automovilístico en Alemania, donde a última hora de regreso con su equipo de Croacia decide separarse del equipo y encontrase con su novia en Frankfurt para viajar por tierra de regreso a casa. 
Con su joven e inexperta novia al timón del carro mientras el dormía, al perder control del carro y estrellar la parte trasera de un camión en medio de la lluvia, Petrovic murió instantáneamente de un golpe en la cabeza contra el parabrisas del vehículo en que viajaban
Su muerte trágica lo inmortalizo y  convirtió en la máxima insignia del baloncesto no solo en ese país, sino en toda Europa también. En Estados Unidos sus seguidores lo lloraban y rápidamente fue inducido al salón de la fama de la NBA.Por su parte Divac regreso a los Lakers y en 1996 fue transferido a los Charlotte Hornets por un tal Kobe Bryant que apenas tenía 18 años y que en ese momento los Hornets no alcanzaban a imaginar que estaban transfiriendo el que más tarde se convertiría en uno de los mejores jugadores de la historia de la NBA. Después de 9 temporadas más en la NBA, Divac se retiro jugando con los Sacramento kings. Hoy en dia algunos se preguntan que hubiese pasado en los olímpicos del 92 en Barcelona si en la final que fue USA Vs. Croacia hubiese estado aquel imbatible equipo de Yugoslavia? Eso nunca lo sabremos, pero hay quienes se atreven a asegurar que hubiese sido posible que Yugoslavia le hubiese hecho un muy buen partido a el mas grande dream team de todos los tiempos.












Pedro Bonilla